La palabra innovación está de moda y presente en todos lados, y podríamos decir que hasta el hartazgo. A esta altura queda claro que la innovación es un aspecto importante para el crecimiento de una organización, y por los cambios que se vienen, la innovación pasó a ser un factor determinante.
¿Pero realmente la innovación está dando los resultados esperados? Depende para que innova una organización. Algunas usan la innovación como una gran pantalla de marketing, otras ven la innovación como la fuente de crecimiento a largo plazo y otras simplemente encaran como pueden un proceso de innovación.
Pero podríamos decir que la innovación como está pensada e implementada, está fallando.
Un buen indicador de innovación en un país es la cantidad de “unicornios” que genera. ¿Pero por qué no hay más “unicornios” en Argentina? ¿Por qué no hay empresas o emprendedores con nuevos modelos de negocios disruptivos?
En grandes empresas 9 de cada 10 falla al definir e implementar una estrategia de innovación. En empresas nuevas, el 80% de los emprendimientos, ya sean innovadores o no, falla al tercer año de vida. Ideas no faltan y hay muchos más emprendedores que antes.
A nivel nacional, ¿Por qué Argentina invierte sólo el 0,5 de su PBI en Innovación? Argentina se ubica en el puesto 81 de 141 países según el Global Innovation Index. Mongolia, Serbia o Tailandia innovan más que nosotros. Si bien no da para compararnos con Corea del Sur, que invierte 4,29% de su PBI, ¿por qué no miramos a Chile, que está cerca en la geografía, pero muy lejos nuestro en el ranking, ya que está en el puesto 42?
La innovación es una principal fuente de crecimiento y creación de empleo que tiene un país. ¿Pero cómo podemos sortear estos desafíos e instaurar realmente a la innovación en la agenda estratégica a nivel nacional y empresarial?
Para eso tenemos que entender muy bien las trampas de la innovación, para no caer en ellas, aquí les comparto algunas de las más críticas que suelo encontrarme en el día a día de las empresas:
Trampa #1 – Innovar es tener una excelente idea. Innovar no es tener una excelente idea. Innovar es implementar con éxito una idea y demostrar resultados sobresalientes. Sobran ideas, escasea implementación. Peter Drucker decía que una idea vale 5 centavos y una buena implementación, una fortuna. Innovar es crear mayor valor económico, social y ambiental para las partes interesadas a través de la implementación con éxito de nuevas ideas y nuevas formas de hacer las cosas. El secreto está en hacer que las cosas pasen.
Trampa #2 – Innovar es ser creativo. La innovación se mide con resultados concretos y tangibles. La innovación no es creatividad. La creatividad es una parte del proceso de innovación, pero no es el más importante. Es tan importante crear, como tener la capacidad de hacer realidad una idea.
Trampa #3 – Innovar es emprender. ¡No lo es! Se ha desgastado tanto la palabra innovación que se la usa para todo. Innovar y emprender son habilidades diferentes pero complementarias. Un emprendimiento puede o no ser innovador. Pero para innovar es necesario tener la capacidad de emprender. Emprender es condición necesaria pero no suficiente para ser innovador.
Trampa #4 – El diseño es la única fuente de innovación. El “design thinking” es una poderosa herramienta para innovar, pero no es la única. Hay muchas organizaciones que hoy están innovando tomando otras fuentes para generar innovación, un ejemplo de ellos son las tendencias macro, los avances en diferentes investigaciones, cambios en el perfil del consumidor, cambios sociales, etc.
Trampa #5 – La tecnología es la gran solución para innovar. Es realmente preocupante ver la cantidad de soluciones innovadoras basadas en “apps” que hay. Uno puede innovar con nuevos modelos de negocio que no sean 100% digitales. Para Uber o AirB&B la tecnología es un complemento para brindar sus servicios y no un fin en sí mismo. La innovación puede ser con base tecnológica o no. Pensar que las nuevas invenciones vendrán del mundo tecnológico es subestimar la capacidad humana para crear e innovar.
Trampa #6 – La innovación debe ser disruptiva. Ninguna empresa se embarca solamente en exploraciones disruptivas, porque llevan años, mucho riesgo y requieren mucha inversión. En vez de eso, se plantean una estrategia de innovación con proyectos a corto, mediano y largo plazo para equilibrar el riesgo y crecer sostenidamente. La innovación puede ser incremental (pequeñas mejoras y ajustes al producto o servicio) o disruptiva (transformación del modelo de negocios)
Trampa #7 – Foco en el resultado y no en el proceso. Innovar es pensar a largo plazo indefectiblemente. Es hasta ingenuo pensar en resultados inmediatos de un proyecto de innovación. Se necesita tiempo para que la organización aprenda a pensar diferente, a que los equipos aprendan a co-crear, a crear una cultura de innovación. El foco debería esta en crear una organización innovadora y a medida que pase el tiempo, los resultados serán exponenciales.
¿Cómo innovar y no morir en el intento?
Estamos en un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo). Los cambios tecnológicos han transformado ya varias industrias en el mundo y van a seguir haciéndolo en los próximos 10 años. Es verdad que el avance de la tecnología tiene que ir acompañado de una alta tasa de adopción por parte de los consumidores para que el cambio se haga realidad. Con bajas tasas de adopción, habrá bajo nivel de transformación. Pero hasta ahora la realidad es diferente, las industrias están cambiando y demasiado rápido.
Estos cambios pueden ser una gran oportunidad o una gran amenaza. Por eso hoy es clave entender las trampas que hay detrás de los proyectos de innovación.
Una organización que se embarca en un proceso de innovación debe preguntarse: ¿Nuestro modelo de negocio, podrá ser competitivo en el futuro? ¿Cómo podemos generar una propuesta de valor innovadora y sostenible? ¿Qué tipo de enfoque de innovación es el necesario para mi organización? ¿Cómo podemos aprender a innovar, creando nuevos clientes, experiencias, canales, productos, servicios y procesos? ¿Cómo podemos implementar los mecanismos para poner la innovación en acción y transformarla en un proceso continuo? ¿Como podemos y conocer y conectar con otras empresas, emprendedores, creativos y artistas para aprender a innovar?
La innovación en sí misma no tiene sentido, la innovación no es un fin en sí mismo sino un medio ayudar a la estrategia a lograr la visión de la organización.
Patricio Guitart