«Los voy a alinear como velas», decía no hace mucho tiempo el general Lino Oviedo en Paraguay.
«El hombre es bueno, pero si se lo vigila . mejor», decía el general Juan Domingo Perón.
«I have a dream» (Tengo un sueño), gritaba Martin Luther King en Estados Unidos.
¿Cuál es el estilo de control que usted aplica en su organización?
El primer estilo lo podríamos llamar «autoritario». Es fácil encontrar rápidamente muchas debilidades en este estilo. Pero ¿cuáles son las fortalezas de tener un estilo de control autoritario? Por ejemplo, rapidez de implementación y bajo costo. También podríamos decir que asegura resultados de corto plazo muy rápido. ¿Debilidades? Se basa en el miedo, elimina toda clase de pensamiento, no permite el disenso, no acepta la creatividad y por último no es sostenible en el tiempo. Es un estilo que suele limitar y hasta matar la capacidad de generación de valor de una organización.
El segundo estilo lo podríamos llamar «paternalista» o «gran hermano». ¿Fortalezas? Se basa en la persuasión y trata de convencer del camino a seguir. Si no queda opción, hay imposición. Considera que las personas que trabajan en la organización siempre se van a inclinar por sus intereses personales, por eso hay que controlarlas, observarlas y hasta espiarlas. ¿Debilidades? Se basa en la desconfianza, en la manipulación, no promueve un clima de aprendizaje, no permite la generación de ideas ni la innovación. Es un estilo que suele hacer más mediocre a la organización.
El tercer estilo lo podríamos llamar «visionario». Es un estilo que invita a sumarse a una causa por propia motivación y crear el futuro deseado de forma colectiva. Hace hincapié en el propósito más que en los resultados. ¿Debilidades? Es un proceso lento para generar cambio e impacto. Implica un desgaste mayúsculo para lograr el compromiso de las personas en una causa que genera motivación y sea trascendente. También es un proceso de mucho riesgo porque la figura del líder se puede ver debilitada por «abrir tanto el juego». Es un estilo que puede quedarse sólo en las buenas intenciones. ¿Fortalezas? Permite la generación de nuevas ideas y de la innovación. Es sostenible en el largo plazo porque el propósito que une a las personas es más fuerte que los resultados a lograr o la compensación económica que reciben mes a mes.
Visión latina
¿Cuál es el modelo de prima en América latina? En la región prevalece el segundo estilo «paternalista», o dicho de otra manera: «El ojo del dueño engorda el ganado». Quizá por el origen feudal en el desarrollo de las sociedades latinoamericanas. También podría ser por la cantidad de empresas grandes, medianas y chicas que son gestionadas por sus dueños.
Por eso hace tiempo se escuchan críticas a lo largo y a lo ancho sobre la palabra «control». ¿El problema realmente es el control o cómo aplicamos el concepto de control?
El control es un proceso de influencia donde una organización intenta comprometer a las personas que trabajan en ella para lograr un futuro deseado por ambas partes.
El tipo de control tiende a estar ligado a la situación que vive cada organización. En un momento de crisis el estilo migra hacia el primer modelo: «Autoritario». En una crisis de estancamiento como líder no puedo permitirme el riesgo de «estrellarme» y en una crisis de crecimiento no puedo darme el lujo de perder oportunidades.
¿Podríamos concluir entonces que situacionalmente cualquier estilo es válido? Probablemente sí. Podríamos decir que no hay estilos de control buenos ni malos. Dada una situación específica, un líder decide por un estilo sabiendo los riesgos que conlleva cada uno.
Por último, también podríamos preguntarnos: ¿cuál será el estilo de control del nuevo gobierno en la Argentina?.
Los millennials
La generación Y pide a gritos el estilo «visionario» de conducción. A los millennials los mueve el propósito ,mas que los resultados. El camino más que el final. Quieren autogestión y no aceptan tan fácilmente a las jerarquías
El autor es profesor del IAE