Todas las empresas tienen formal o informalmente un sistema directivo (SD) que guía las decisiones en todos los niveles.
Pero algunos sistemas directivos dan mejores resultados que otros, aquí algunas claves:
- Planificación: Los SD tienen que proveer una proyección de objetivos a largo plazo, o sea, más allá del año. Por lo general se plantean proyecciones a 3 o 5 años. Los buenos SD tienen esta proyección, pero los SD más pobres no pasan del año de horizonte, son más estrechos en todo sentido. Cuál es el horizonte real de planificación del sistema directivo de tu empresa? Además el horizonte de planificación tiene una relación directa con la capacidad de visión y liderazgo del equipo directivo. Hasta dónde ven los líderes de tu empresa?
- Innovación: Los SD tienen que proveer o ayudar a definir objetivos diferenciales para la empresa, pero no más de lo mismo, si no objetivos sobre como encontrar nuevas fuentes de crecimiento y nuevas fuentes de productividad. Aquí fallan la mayoría de los SD. Qué nivel de innovación se obtiene con el SD de tu empresa?
- Alineamiento: Los SD tienen que asegurar un alineamiento vertical y horizontal pero al mismo tiempo mantener una alta motivación en las personas clave de la empresa. Los malos SD solo intentan alinear con criterios mecanicistas, como si las personas fueran a responder tocando ciertos botones y ya. Los buenos SD cuidan el contexto y la motivación de las personas, para ello tienen que proveer cierta flexibilidad.
- Seguimiento: Planeamos pero no implementamos porque implementar requiere mucho esfuerzo y desgaste y hacer seguimiento de los temas significa tiempo e ir a los detalles. Ambos temas, por lo general están fuera de una «agenda estratégica»de un equipo ejecutivo. Los buenos SD aseguran una implementación y seguimiento efectiva, eliminando la discrecionalidad y el voluntarismo.